jueves, 20 de octubre de 2016

Estoy cansado.

Hoy es uno de esos días en los que estoy cansado. No un cansado físico, ni un cansado psicológico que viene derivado con alguno de mis frecuentes picos bajos de ánimo. Simplemente cansado de ciertas personas, cosas y situaciones concretas. 

Viene aquí el hecho de que siempre sea yo el que dice de verme con ciertos amigos, el que acompaña y pregunta '¿has llegado bien?', el que siempre busca un hueco. A veces me siento como una especie de amigo-tienda de chinos que sinceramente no pienso que sea sano. Estoy harto de ello, de que -por norma general- siempre me dé más a los demás de lo que los demás se dan por mi. Es una situación que te termina consumiendo. 

Y lo peor es que estas cosas son fuertemente infravaloradas. Ya no hablando de mi situación particular, sino hablando en abierto, en general. No considero que se valore lo que se deba que alguien esté ahí para ti, que se preocupe de lo que pueda pasarte y que juegue al tetris con sus planes y compromisis por tal de poder veros. Es un esfuerzo que en la mayoría de las ocasiones cae en saco roto. 

Es triste ver eso, como algo tan básico es deliberadamente ignorado para darle sin embargo importancia a asuntos más superfluos. Las prioridades humanas nunca me han parecido en absoluto lógicas. Y aquí me podría explayar párrafos y párrafos, pero sinceramente: estoy cansado. 

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