martes, 20 de septiembre de 2016

Una vida imaginaria.

Vivir una vida imaginaria resulta tan fácil que puede resultar incluso peligroso. Podemos condensar años de vivencias jamás ocurridas en unos minutos antes de dormir o mirando por la ventana. En este poco rato podemos llegar a ser una versión más madura de nosotros mismos, con una casa con vistas a la playa por la que por supuesto caminamos de la mano de nuestra amada todas las tardes. En esta realidad inventada nunca hay discusiones ni fracaso, y la salud siempre es abundante para todos nuestros seres queridos y para nosotros mismos. Todo es tan bonito que cuando salimos de nuestro ensimismamiento, la realidad se nos antoja de un gris insoportable.  

2 comentarios:

  1. Me ha encantado. Sobre todo la conclusión final.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Simplemente la realidad a la que muchos de nosotros nos enfrentamos día a día.

      Eliminar