Siempre he tenido la estúpida idea de que los quince serían mi año. Que los viviría mucho, que serían para recordarlos siempre. Que era la edad más importante, que sería crucial en mi vida. Eran la edad que más ansiaba, más que los dieciocho, que se supone que es la edad que todo el mundo espera.
En cierto modo, me he defraudado un poco. Han sido tan sólo otro año más, no han sido tan fabulosos cómo pensé que serían. Supongo que lo que ha pasado, ha sido que tenía unas expectativas muy altas sobre los quince, y simplemente no son para tanto. Han sido duros también. Bastante duros.
Pero a pesar de todos los bajones y de todos los momentos malos, siempre he tenido personas en las que apoyarme. Este año ha sido el mejor a nivel de amigos. Las personas con las que cuento ahora en mi vida, son ... geniales, y es el mejor regalo que se me puede hacer.
Tengo ahora un año largo ante mi, un camino a hacía los 17, que estoy dispuesto a recorrer con la misma obstinación de siempre, en busca de la felicidad, junto a toda la gente a la que puedo llamar mis amigos.
Feliz cumpleaños a mi mismo.
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