Mañana empiezo.

'Cuando tenga tiempo haré esto', 'El lunes empiezo', 'Cuando termine de estudiar, viajaré por el mundo', 'Cuándo termine con esto ...¡Que tiemble el mundo!', 'Mejor después de comer', 'Cuando sea más mayor...', '¡Cuando tenga dinero la conquistaré!', 'Después de este helado empiezo la dieta' ...

Se pasó la vida repitiéndose aquellas cosas, engañándose a más no poder, ocultando su cobardía que le impedía montarse al tren en marcha de la realidad. Entre excusas fue volviéndose de piel y cristal, demasiado frágil para poder hacer todas aquellas cosas que siempre había querido, pero que siempre había dejado para luego. Cuándo comprendió que no le quedaba tiempo para hacerlas, le dolió como un montón de puñaladas, como un montón de tiros y como si se hubiera tirado de un quito piso.